domingo, 24 de enero de 2010

El extraño mundo de los sueños


Como muchos que he tenido, el de anoche casi no lo recuerdo. No me acuerdo como llegué ahí, o porque terminó cuando me quedé en ese lugar. Solo se que fue un sueño; un muy desconcertante sueño.

No soy de las que consulta el significado de los sueños cada vez que tengo uno. Aveces me resultan medios futuristas o a lo Nostradamus, pero igual no me agobian. Cuando tengo las ideas acumuladas en la cabeza, el sueño es más confuso. Cuando tengo un deseo o una aspiración, en el sueño lo cumplo, aunque aveces a medias. Porque no se si les ha pasado, pero cuando sueñas mientras estás a punto de levantarte, casi puedes controlarlos. Claro que al despertar, y volverse a dormir para verlos de nuevo, ya no están.

Hay muchas personas que les gusta la nota del misticismo, y averiguan constantemente el significado de los sueños. No lo hago no porque no me agrade, sino porque no tengo tiempo, y solo los olvido y ya. Pero si creo un poco en eso. El subconsciente humano es capaz de crear simbolismos increíbles mientras estamos dormidos. Y muy pocos se dan cuenta de eso, y ayer lo volví a comprobar.

Soñé con un lugar, un sitio que conocí hace casi un año. Un bonito parque al cuál prometí volver (y aún quiero). Era el mismo, donde suele estar y con la misma gente, pero fue terrorificamente distinto. Era denoche -como casi siempre en mis sueños-, y lo que menos parecía, era bonito. La atmósfera era triste y completamente desalentadora. Nada que ver con lo que yo presencié. Sin cambiar su estructura, estaba tan diferente, que ya no quería estar ahi. Los pocos pasos que di por sus alrededores, solo me provocaron ganas de llorar, y de regresar lo más pronto posible. Fue fatal.

Nada pareceía tener un poco de sentido hasta que ya desperté y empecé a atar cabos.

Debe estar diferente porque es así como está la situación ahora. Todavía quisiera ir de nuevo a ver la iglesia y el parque que fotografié como diez veces; pero se que no será lo mismo. Cuando fui el lugar estaba igual, pero había algo más que lo hacía lindo. Ese algo ya no está. Y si voy ahora talvez me pase lo mismo que en el sueño, y solo quiera volver.

La duda que aún me queda es la similitud de emociones. La tristeza que sentí cuando volví -soñando-, todavía no se me va. Eso ¿es coincidencia, o solo tengo un mal día? Y ¿ a alguien más le ha pasado?

1 comentario:

Santi Ponce dijo...

Hola Teya, el mundo de los sueños es tan extraño como las mitologías y pertenecen al desorden (afortunado)del inconciente. Un sicoanalista que justo estoy acabando de leer de apellido Jung nos dice que es preferible no creer en la lógica interpretación los sueños sino simplemente relacionarlos con los recuerdos. la nostalgia es el mejor remedio para el olvido.