lunes, 19 de octubre de 2009

Barack Obama: la paz sea con ustedes

Fotografía: www.xavierpita.es
Usualmente se entrega un Premio Nóbel de la Paz a una persona cuyos esfuerzos por el bienestar humano son inigualables. Pero en esta ocasión -y sin juzgar al tan honorable comité-, parece que se les fue la mano con la elección. ¿Mucha persona para el premio? o ¿Mucho premio para esta persona?
Que ha traido mensajes de paz, que su posición en contra de la guerra, que demócrata, buenos discursos que el anticristo, etc. etc., pero ¿Nóbel? y de la paz. No tengo la intención de juzgar al hombre, a su vida, sus logros, su pasado, su experiencia, sus cualidades y valores que indudablemente lo hicieron merecedor de tan importante cargo. Tampoco digo que ser presidente de Estados Unidos no tiene porque etiquetarlo como un tirano, malo, burócrata o Mr. Danger. Mal por él y su desafortunado pasado histórico de la Casa Blanca.
Pero me permití hacer una revisión de la historia de los premios Nóbel y me encontré con esto (gracias Wikipedia): "Este premio se otorga a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, LA ABOLICIÓN O REDUCCIÓN DE EJÉRCITOS EXISTENTES y la celebración y promoción de procesos de paz".
Luego, casi al instante, me enteré del envío que hizo el gran ganador de este año, de más tropas a territorios orientales, donde se ha mantenido una absurda guerra - y esto si me permito calificar- durante algunos años. El envío, según un diario argentino, se hizo en secreto. Claro para no levantar sospechas. Porque hay de San Obama que le quiten su nueva medalla; no sería nada bueno para el y su grandioso esfuerzo por la celebración y la promoción de procesos de paz. Para distraer se dijo que El Pentágono canceló el envío de 3.500 tropas a Irak. Claro, porque no les alcanzaba tantas para llevarlas a Afganistán. Pobrecitos, con tan buenas intenciones que tienen.
En fin, el secreto para ganarse un premio de tal magnitud en estos días al parecer sigue siendo difícil. Ahora hay que ser por lo bajo un presidente, tener excelentes intenciones de velar por la paz y tener el presupuesto para enviar miles de soldados para tirar a matar. ¿Candidatos posibles? Dinero y poder tienen muchos, y se me viene un nombre a la cabeza; y que no nos sorprenda que para el otro año el Papa se gane su papelito, con tan buenas intenciones que tiene el hombre. Amen.

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