lunes, 26 de mayo de 2008

Prevención como acto de "revolución sexual"

Por: Andrea Medina Donoso


Enredar la era del conocimiento con una era de la confusión y perversión es el arma de la Iglesia Católica para criticar cada síntoma de progreso del ser humano. No está por de más decir que en ámbitos de educación sexual los preservativos han sido las víctimas más indiscutibles.

La existencia de enfermedades de transmisión sexual leves hasta las más graves como el SIDA influyó la reflexión del Vaticano. Salió así publicada una de las últimas novedades provenientes de la Santa Sede: La preparación de un documento sobre el uso obligatorio del condón para las personas con VIH u otras enfermedades infecciosas.



La noticia, proveniente del Consejo de Salud del Vaticano, señala que el análisis lo realizan científicos teólogos “expertos en la materia”. Lo que si no se debate es el sentido de culpa con el que cargaba la Iglesia Católica al oponerse al uso de preservativos. Ya no serán más los culpables de la difusión de estas enfermedades porque se han absuelto ellos mismos. El indulto.


La agencia católica de noticias Zenit reiteró la sugerencia del Papa Benedicto sobre el uso del condón para las personas que padecen SIDA. Con esta petición se recalca que este análisis es para definir si está “moralmente correcto” el uso del condón. Pero su titular dicta: ¿Y acaso la abstinencia no preserva el SIDA? Otro asunto con doble sentido.


lunes, 19 de mayo de 2008

Nos crearon sin consentimiento

Por: Andrea Medina Donoso
En cuestiones de las teorías de como se creó cada molécula de la tierra, las discusiones sobran. Que explotó algo en el Universo, que a Dios le tomó siete días, que éramos nada flotando en el espacio. Todo resulta imposible crer, más aún en estos días donde la era del botón supera la razón humana. Y si hubiese sido un botón el maestro creador, seguro no nos cansaríamos de alabarlo.

Todo funciona a la perfección: las personas caminan, las aves vuelan, el viento sopla, las nubes viajan. Tan increíble que siempre escapamos a explicaciones superiores a lo posible. Tiene que haber alguien que lo sabe todo, quien con su grandeza hizo todo esto posible. Y si es así, si que es un ser extraordinario. Para explicar el origen de la vida, todo se resume a dos posibilidades: la creación y la evolución.

Los creyentes dicen: "La Creación es por definición “sobrenatural” Dios y lo sobrenatural, no pueden ser observado (y así sigue su argumento), por lo tanto la Creación y/o el Diseño Inteligente no pueden ser considerados una ciencia". La base bíblica está alejada de la comprobación científica. Como arma de defensa la llaman "la "teoría de la creación para la religión del ateísmo". Ésta, basada en un libro, afirma que Dios creó el mundo y todo lo que le rodea en siete días.

Para los evolucionistas: "Se denomina evolución a cualquier proceso de cambio en el tiempo. En el contexto de las Ciencias de la vida, la evolución es un cambio en el perfil genético de una población de individuos, que puede llevar a la aparición de nuevas especies, a la adaptación a distintos ambientes o a la aparición de novedades evolutivas". Investigar es la mejor manera para sacar nuestras propias conclusiones.