Enredar la era del conocimiento con una era de la confusión y perversión es el arma de la Iglesia Católica para criticar cada síntoma de progreso del ser humano. No está por de más decir que en ámbitos de educación sexual los preservativos han sido las víctimas más indiscutibles.
La existencia de enfermedades de transmisión sexual leves hasta las más graves como el SIDA influyó la reflexión del Vaticano. Salió así publicada una de las últimas novedades provenientes de la Santa Sede: La preparación de un documento sobre el uso obligatorio del condón para las personas con VIH u otras enfermedades infecciosas.
La noticia, proveniente del Consejo de Salud del Vaticano, señala que el análisis lo realizan científicos teólogos “expertos en la materia”. Lo que si no se debate es el sentido de culpa con el que cargaba la Iglesia Católica al oponerse al uso de preservativos. Ya no serán más los culpables de la difusión de estas enfermedades porque se han absuelto ellos mismos. El indulto.
La agencia católica de noticias Zenit reiteró la sugerencia del Papa Benedicto sobre el uso del condón para las personas que padecen SIDA. Con esta petición se recalca que este análisis es para definir si está “moralmente correcto” el uso del condón. Pero su titular dicta: ¿Y acaso la abstinencia no preserva el SIDA? Otro asunto con doble sentido.