lunes, 28 de diciembre de 2009

Por fin de año: lo que no cambia

Marie France Porta, fotográfa y escritora
Un año más de rostros conocidos, de saludos protocolarios, de apretones de manos obligados, de sonrisas impávidas, de gente, de ajetreos, de agendas, de oficinas nuevas, de medios mediocres, de esto y de aquello. Un año más de extraños y ahora conocidos, de más buenos amigos, de contactos y de uno que otro enemigo (supongo).

Días en la universidad, reuniones para conocer , lecturas productivas y de basura sin sentido. Gente agradable y otros que no quisiera volver a ver; aún así, fue bueno. De todo lo malo que ví, logré entender que en el futuro quizá me encuentre con algo peor que eso, y es para lo que hay que estar preparados. Lo realmente fatal aún no llega, y lo extremadamente bueno tampoco.
Para no perder la costumbre, y como cada año, ingresé a un nuevo medio. En diciembre, por tercera vez. La tarea: recolectar lo positivo de los días que puede que tengan solo un poco más de lo mismo. Plantar las raíces en algún lugar fijo aún no lo veo posible; lo único cierto es que cada vez me voy convenciendo más de lo que en verdad quiero hacer. Aunque claro, probar de todo es bueno. Y siempre lo he dicho, todo con el fin de llenar la vida, o de hacerla más gordita como alguien dice por ahí.
En este año he tenido el agrado de ver muchas entrevistas, de hacer algunas, de recordar las que logré sacar al aire, de concretar y de asistir para buscar un trabajo. Lo que ya me pasó siempre se me hace más bonito de lo que es hoy, pero creo que sólo son los años que hacen que las cosas se vayan complicando. Y si me ha costado tanto hasta hoy, no me quiero imaginar como será el otro.
Para un ser humano es casi imposible no recordar su pasado, y extrañarlo. Aunque cada quién tiene su forma de hacerlo, muchos lo hacemos llorando o hablando. Hace poco recordé a quienes conocí y la nostalgia fue prácticamente inevitable. Todo ha sido muy bueno, y no puedo quejarme, aunque extrañe estar en un lugar o añore llegar pronto a donde quiero estar.
"La vida allá afuera es dura". Y ahora entiendo la tan trillada frase. de aquí en adelante todo será diferente, pero el pasado no cambiará, y siempre tendré esa oportunidad de volver a él cuando necesite volver a empezar. Le temo un poco a lo que vendrá, porque todo eso será distinto, pero las cosas que se quedan atrás, no se moverán. Si, es eso lo que no cambia, lo demás si. Por ahora continúo mi etapa de observación, aunque desde ya puedo decir que dentro del periodismo vivo, hay tanto que no se ha dicho. Pero para eso estamos.